El Consejo
Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito - WOCCU viene ejecutando el Proyecto de Inclusión Económica (EIP) en Perú
y Ecuador, patrocinado por la Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID, brindando
asistencia técnica especializada a
organizaciones socias con el propósito central de dar oportunidades y
beneficiar a la población refugiada y migrante venezolana y a la población local
a través del desarrollo de actividades
agrupadas en tres componentes: emprendimiento,
empleabilidad e inclusión financiera.
En el
componente de emprendimiento y empleabilidad, el proyecto implementará una serie de iniciativas como: el fondo de
capital semilla para nuevos negocios (Negocios
asociativos), plataformas de mercado virtuales (E-Commerce y Delivery),
ferias de negocios financieras
virtuales, ferias productivas virtuales, ferias de empleo virtuales, implementación
de plataformas de empleo, búsqueda del compromiso de empresas privadas y cooperativas, capacitación en
habilidades blandas, técnicas y vocacionales,
coaching y monitoreo para preparación de planes de negocio y testeos de
mercado y finalmente certificación de
profesionales venezolanos.
El
componente de inclusión financiera busca fortalecer a las instituciones
financieras tales como: Cooperativas de Ahorro y Crédito, Cajas Municipales,
Financieras y Ed pymes a través de innovaciones en servicios financieros
digitales, implementación de canales
tecnológicos y transaccionales (billeteras móviles, corresponsales,
oficinas virtuales, agentes móviles y tarjetas de débito y crédito), programas
de Educación Financiera y Educación
Financiera digital, desarrollo y ajuste de productos financieros, reducción
de barreras de acceso y la
implementación de Grupos de Ahorro y Crédito Local.
El proyecto
EIP incorpora el enfoque de género y la prevención de la violencia basada
en género transversalmente considerando
contribuir en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en sus
distintas relaciones, roles y responsabilidades sociales y económicas. Las posiciones, los recursos y
las condiciones asignados son revisadas para superar las barreras de
desigualdad y discriminación. Por ello, es importante que el servicio considere un lenguaje inclusivo y
promueva el empoderamiento de la mujer.