En todo momento se hacia hincapié en un comportamiento intachable de los socios y del personal de servicio. En esta época, quizás, la más crucial para el Quito Tenis y Golf Club, pues en ella se sientan las bases para lo que es en la actualidad. Sus dirigentes y socios nos dejaron un ejemplo de entrega total y desinteresada, de disciplina y dedicación absoluta al ideal de construir un Club que fuera orgullo de la ciudad capital y de todo el país.